sábado, 11 de mayo de 2013

LA OTRA CARA DE LA HISTORIA


NOTA: La siguiente crónica muestra hechos reales, los nombres han sido cambiados para proteger la privacidad de los involucrados. 

Mi nombre es Laura y siendo sobrina de Ignacio, contaré la historia como realmente sucedió, el otro lado de la historia, el que nadie más conoce, la que los periódicos nunca contarán. 

Ignacio de 38 años de edad, padre de dos hijos, Imelda de actualmente 18 años e Ignacio Jr. de 10 años, fue ejecutado el sábado 17 de octubre de 2009 en la Av. Fundadores a las 12:40 hrs aproximadamente. De no nueve, como indicaban los periódicos, sino de dos balazos. 

Él, sin una carrera y buscando oportunidades para sacar adelante a su familia, se hizo chofer del abogado Antonio Martínez, aproximadamente dos años antes del suceso.

Dos semanas antes había hablado con uno de sus hermanos y su madre, acerca de dejar ese trabajo, pues era demasiado riesgoso y ya sospechaba que seguían a su jefe. Quería tener un mejor empleo, algo que no involucrara arriesgarse. Su familia lo apoyaría.

También era músico. Tocaba el saxofón y formaba parte de una banda familiar llamada: 'Arévalo Banda'. Formada por su padre Miguel, hermano mayor Miguel (Mike), su hermana Carla y él. Tenía su saxofón en reparación preparándose para tocar en las posadas de diciembre y reunir un poco más de dinero para su familia.

Él sólo era el chofer. No tenía suficiente dinero para sustentar bien a su familia, si estuviera más involucrado ganaría más dinero, si fuera un guarda espaldas tal vez cargaría un arma, no tenía una.

Una semana antes de la ejecución, él discutió con su esposa e hija precisamente por falta de dinero y una computadora que había prometido y aún no había podido comprar. Se salió de su casa y se fue con su papá. Ahí se quedó hasta la mañana del sábado que se levantó temprano para recoger a su jefe en el aeropuerto. Su padre fue el último de la familia que lo vio, el único que se pudo despedir de él, sin saber que no volvería a casa.

Todo el sábado estuvieron llamándole a su celular sin respuesta alguna. A la noche no llegó a dormir. A las 23 hrs recibimos una llamada en mi casa buscando a Mike quien es mi padre, preguntando por mi tío, era la secretaria del abogado. Se le hizo bastante extraño y llamó a todos para saber si se había reportado, pero nadie sabía de él. Entonces mi abuelo le dice a mi padre que vea cierta noticia. Al verla y ver el cuerpo vieron que se parecía mucho a él. Su esperanza era que siempre llevaba botas y el hombre de la imagen llevaba zapatos.

A la mañana siguiente salieron inmediatamente a buscarlo. Siguieron haciendo llamadas y buscando. Cuando al fin lograron contactar a alguien que conocía al 'Licenciado' confirmando: "Mataron al abogado". Ahí pudieron saber que el que estaba a su lado era su hermano. Fueron a comprar el periódico "El Metro" donde en la portada aparece la fotografía de los cuerpos destapados y muy de cerca. Donde pudieron apreciar perfectamente el cuerpo confirmando que era Ignacio. Entonces llegaron sus hermanos y su padre con Rosario su madre a darle la noticia que la destroza por completo. Así comienza la agonía de la familia.

Fuimos todos avisados y poco a poco comenzó a llegar gente a casa de la Familia. Mi padre fue el único valiente que fue a identificar y reclamar el cuerpo al anfiteatro junto con su mujer e hija que estaban desmoronadas pues nunca volvieron a verlo ni hablar con él.

El cuerpo nos fue entregado a la madrugada del lunes cuando a las 9 hrs se dio inicio el velorio que terminó a las 19 hrs con una misa de cuerpo presente y la despedida de todos sus familiares y amigos de Nuevo León, Reynosa, San Luis y Zacatecas.

No sólo fue inusual la manera en que se fue y la situación en que dejó a su familia, sino que también su hermana menor, Leny, estaba por dar a luz a su segunda hija María. Fue internada ese domingo y el lunes dio a luz a través de cesárea. El nacimiento de esta niña en la familia es muy significativa y considerada una bendición.

Al mediodía del lunes les fueron entregadas las cenizas y sus hermanos lo llevaron a la Huasteca donde le gustaba mucho ir, a compartir unas "cheves" con su hermano. Ahí llegaron más tarde el resto de la familia donde vimos videos y fotografías donde aparecía mi tío. Escuchando las canciones que él escuchaba, con una carne asada en su honor y sus cenizas presentes, su sombrero, fotografía, una flor y una cerveza.

Todos gritaron hasta que se cansaron y se desahogaron por la pérdida de "el querubín" como era llamado en la familia. Y todos se tomaron fotografías con él.
El alma de la fiesta, la alegría de la casa. Se ha marchado...














Aquí una fotografía de su hijo Ignacio Jr. de 6 años en ese entonces, en la Huasteca acomodando las cosas en la mesa donde se encontraban las cenizas de su padre.

Un día más....

Suena la alarma, como cada mañana. No me quiero levantar. La ventana está abierta y el viento frío se escapa hacia el interior de la recámara creando un ambiente dulcemente acogedor. Está lloviznando y hay neblina. ¡No quiero! ¡No quiero! Me meto debajo de las aborregadas cobijas que me abrazan como enamorado... Dormiré un poco más. No debo, no puedo, mi inconsciente no me deja. Veo la temperatura en mi celular, estamos a 11ºc. Media hora más, sólo media hora más.

Finalmente decido salir de la cama y caminar a la regadera como zombie arrastrando los pies con los ojos medio cerrados medio abiertos. 

Ahora no quiero salir de la regadera. El agua está caliente, ¡No saldré hasta que se acabe! Tengo frío. Dos personas más hacen fila afuera del baño, esperándome. Me tocan, me gritan, me apuran. ¡YA VOY!

Me pongo crema en el cabello, lo agito y despeino. Espero se acomode de alguna manera con mi nuevo corte. Si me veo despeinada está bien, odio el cabello perfectamente acomodado o relamido. Aunque siempre hay días para hacer excepciones.

Me maquillo rápidamente, no tengo que ponerme, agarro lo primero que encuentro. Parezco pitufo vistiendo tanto azul. Qué más da, no me importa. ¡En qué momento se hizo tan tarde!! Tomo unas barras de granola, una manzana y salgo corriendo bajo la ligera lluvia que apenas se siente, pero es constante.

El clima está para un café. Porqué no, tomemos uno.

20 minutos después....

Me tiemblan las manos, siento como la energía pasa por todo mi cuerpo, sobre todo el pecho y los brazos, mi cabeza me trae loca. Imagino que salgo corriendo y descargo toda esta energía que me tiene temblando. No me puedo controlar, no me puedo concentrar. Estoy escribiendo rápidamente, todo hago de manera acelerada.

Al fin la hora de comer. Me siento a ver una película y me relajo. Ahora tengo sueño.

Vuelvo al trabajo y finalmente estoy calmada.

Qué día tan más extraño. Cosas raras pasan dentro de mí y no entiendo qué son. Mi ser está en algún tipo de mutación lo sé, lo siento. Y pienso en él, también. ¡Qué me ha hecho! Ha despertado una parte de mí que estaba dormida. ¿Será a caso el motivo de este extraño sentir? Ha movido mi Universo. Ha venido a cambiarlo todo. A complicarlo todo... Y a despertarme.

Termina el día vuelvo a casa y me acuesto en la cama pegada a la ventana y dejo que el dulce viento de primavera me abrace. Cierro los ojos, él está presente en mi mente. Me duermo, no sé nada más de mí.